Nos presentamos al concurso literario que convoca todos los años el Grupo Leo. Entre todos fuimos creando un cuento colectivo, dándole forma, desarrollando un argumento... Lo fuimos creando poco a poco, durante algunos días, charlando unos minutos cada día, viendo cómo lo podríamos continuar. Aportando cada cual las ideas que le surgían.
El cuento trata sobre el respeto y cuidado de la naturaleza. Los protagonistas son un niño, una niña y una ardilla. Lo titulamos: "La ardilla". Hicimos varias versiones que nos gustaron. Presentamos una corta para que acoplara mejor a la convocatoria. Todas las versiones transmitían la misma idea esencial que era el cuidado del medio ambiente.
En el diario Información del pasado miércoles publicaron los ganadores. De nuestro cole hemos ganado nosotros en la categoría de colectivo infantil y una compañera de 4º de primaria en otra categoría.
Ahora, estimadas familias, os propongo una actividad: Vuestros hijos e hijas se saben el cuento, cada uno lo sabrá con matices diferentes de cómo lo sabe el otro. No habrá dos versiones iguales. Decidles que os lo cuenten y así vosotros y vosotras os haréis otra versión mental del mismo. Dentro de unos días lo escribiré tal y como se presentó. ¿Se parecerá al que os contaron? ¿Será como lo habíais percibido?
LA ARDILLA
(versión corta)
Había una vez dos hermanos: Anaís y David. Los dos tenían 5
años y vivían en Alicante.
Un día iban al cole cuando, de pronto, se les cruzó
una ardilla y se pararon para no pisarla.
La ardilla les dijo: “Gracias por
pararos porque, si no, me hubieseis pisado”.
Ellos le ontestaron: “-¡Anda!,
¿cómo es que hablas si eres una ardilla?” “-Es que yo soy una ardilla mágica y
puedo hablar, por cierto, ¿vais de paseo?”
“-No, vamos al cole de aquí al lado,
el San Fernando” contestó Anaís, que siempre iba contenta al cole.
“-¿Y qué
hacéis en el cole?” “-Pues muchas cosas. Aprendemos mientras lo pasamos bien”
“-¿Y también aprendéis a cuidar la naturaleza?” “-Sí, también, claro”
“-Es que
veo que la gente cuida poco la naturaleza. Tiran basura por los parques, desperdician
el agua, queman el monte... por cierto, podríais decir en el cole a la gente que
cuidara más la naturaleza, es nuestra casa.”
“-¡Vale!” contestaron los dos a la
vez. Bueno, nos vamos que ya estarán en la fila, es casi la hora. ¡Hasta otro
día!”.
Y la ardilla trepó por el pino y se perdió entre sus ramas.
